Los Yankees enfrentan una situación crítica en la Serie Mundial, con los Dodgers a solo dos juegos de coronarse campeones y una presión que se acumula en cada turno al bate y lanzamiento en el montículo. Con los reflectores sobre Carlos Rodón, quien ha sido una pieza clave en su rotación, los Yankees no contaban con la sorpresa de una ampolla en el dedo del lanzador en el Juego 2, un problema que alteró su rendimiento. Aunque Rodón intentó adaptarse y se apoyó en su bola rápida, la falta de precisión y el dominio habitual en sus lanzamientos rompientes le jugaron en contra, y la ofensiva de los Dodgers no desperdició la oportunidad.
La dependencia de Rodón en su recta permitió a los Dodgers conectarlo con mayor frecuencia, aprovechando la oportunidad para construir una ventaja temprana. Esto resultó en una derrota que dejó a los Yankees contra las cuerdas. El entrenador de lanzadores de Nueva York, Matt Blake, ha intentado tranquilizar a la afición, asegurando que Rodón podría estar listo para una posible apertura en el Juego 6, en caso de que los Yankees logren extender la serie. No obstante, la incertidumbre sobre su estado físico plantea una preocupación, especialmente si su ampolla empeora.
La ventaja de jugar en el Yankee Stadium podría darle a Nueva York el impulso necesario para mantener la serie viva, apoyándose en el respaldo de su afición y en el potencial de sus bates. Aaron Boone, consciente del impacto emocional y físico de esta situación, ha pedido a sus jugadores que se concentren en recuperar su ritmo y evitar errores innecesarios. Boone confía en que el equipo tiene la habilidad y la determinación para darle la vuelta a la serie, pero no hay duda de que se enfrentan a una batalla cuesta arriba ante unos Dodgers que han demostrado consistencia y determinación.
Freddie Freeman y el resto de la ofensiva de los Dodgers continúan como una amenaza latente, manteniéndose enfocados en cerrar la serie lo antes posible. La gran temporada de Freeman y su capacidad para conectar hits en momentos decisivos han sido el corazón de la ofensiva de Los Ángeles, y su rendimiento será esencial en los próximos juegos. Por el lado de los Yankees, extender la serie será una prueba de resistencia, pero Boone y su equipo creen que, si logran un impulso en los próximos juegos, podrán tener una oportunidad para recuperar el terreno perdido.
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