Los Dodgers de Los Ángeles no solo sufrieron una derrota abrumadora en el Juego 2 de la Serie Divisional de la Liga Nacional (NLDS), cayendo 10-2 ante los Padres de San Diego, sino que también enfrentaron la vergüenza causada por el comportamiento inapropiado de algunos de sus fanáticos. El encuentro tuvo que ser interrumpido después de que se lanzaran objetos al campo, principalmente dirigidos a los jugadores de los Padres, Fernando Tatis Jr. y Jurickson Profar.
Durante la octava entrada, los fanáticos en el Dodger Stadium comenzaron a arrojar objetos al terreno, lo que incluyó pelotas y botes de cerveza, principalmente hacia Tatis Jr. y Profar. Esto provocó una pausa en el juego mientras el personal de seguridad intentaba controlar la situación. Jurickson Profar fue agredido con una pelota, mientras que Tatis fue blanco de otros proyectiles, lo que obligó a la seguridad a identificar a los responsables y al locutor del estadio, Todd Leitz, a pedir calma a los asistentes.
El mánager de los Padres, Mike Shildt, comentó tras el incidente que, aunque entiende la intensidad de la rivalidad entre ambos equipos, el comportamiento del público fue inaceptable. "Sabemos que es una serie competitiva, y ambos equipos van a competir duro, pero lo que pasó en el estadio hacia nuestros jugadores no es aceptable", afirmó Shildt. Además, señaló que esperan una atmósfera igualmente intensa en San Diego, pero confía en que los fanáticos de los Padres mantendrán la elegancia en todo momento.
A pesar de este incidente, los Padres lograron concentrarse en el juego y sellar una contundente victoria, igualando la serie y ganando momentum para los siguientes encuentros que se jugarán en San Diego. Las acciones de los fanáticos, aunque negativas, no distrajeron al equipo visitante, que salió del Dodger Stadium con una gran ventaja moral.
Jurickson Profar had to be held back after a fan in the Dodger Stadium crowd threw a ball at him.
— Dodgers Nation (@DodgersNation) October 7, 2024
The whole team was on the field calming him down.
This game is getting crazy. pic.twitter.com/CJty2nuDD2
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