Shohei Ohtani ha mostrado un contraste fascinante en su rendimiento ofensivo durante su primera participación en los playoffs de la MLB con los Dodgers. A pesar de su enorme talento, el japonés ha experimentado una notable diferencia en su productividad dependiendo de si hay compañeros en las bases.
Cuando Ohtani se ha enfrentado a situaciones con las bases vacías, ha tenido una sequía sorprendente, registrando un 0-22 antes del Juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional (NLCS) contra los Mets. Este tipo de bache ofensivo es raro para un bateador de su calibre, pero demuestra lo difícil que puede ser mantener la consistencia en la postemporada.
Por otro lado, cuando Ohtani ha tenido compañeros en posición de anotar, ha sido absolutamente dominante. En esas situaciones, lleva un impresionante promedio de 7-9, con dos jonrones y 8 carreras impulsadas. Este contraste ha generado debates sobre su lugar en la alineación, especialmente considerando que ha estado bateando como primer bate en los playoffs.
Aunque algunos podrían sugerir que el manager Dave Roberts debería reconsiderar la posición de Ohtani en el orden ofensivo para maximizar su productividad, hasta ahora no parece estar en sus planes. Roberts ha confirmado antes del Juego 3 que no tiene intenciones inmediatas de mover a Ohtani de la parte alta del lineup.
La última muestra de la potencia de Ohtani con corredores en las bases fue su monstruoso jonrón de 410 pies en la octava entrada del Juego 3, remolcando a dos compañeros y destacando nuevamente su capacidad para producir en momentos clave. Su capacidad de brillar bajo presión lo mantiene como un arma letal en el corazón de la alineación de los Dodgers, incluso si sus turnos con bases vacías han dejado mucho que desear.
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