Ichiro Suzuki, una leyenda del béisbol, siempre fue admirado por su versatilidad y velocidad en el campo, cualidades que lo convirtieron en uno de los jugadores más sobresalientes en las Grandes Ligas. Sin embargo, había una habilidad menos conocida que utilizaba para sacar ventaja: el español.
Más allá de sus aptitudes físicas, que lo distinguieron de todos los jugadores que han pasado por las Mayores, Ichiro decidió aprender español como una herramienta estratégica. Aunque no lo hablaba con fluidez, dominaba las palabras y frases esenciales para interactuar con sus compañeros y rivales hispanohablantes, en muchos casos, para sacar ventaja psicológica.
De acuerdo con el *Wall Street Journal*, Ichiro aprovechaba su conocimiento del idioma para lanzar comentarios inesperados a sus rivales. Por ejemplo, una vez le dijo a Carlos Peña: "¿Qué diablos estás mirando?", a Víctor Martínez lo describió sarcásticamente como "Muy peligroso" y a Miguel Cabrera le lanzó una respuesta irrepetible. Estas frases, aparentemente provocativas, formaban parte de su arsenal oculto para despistar a sus oponentes.
Sin embargo, para Ichiro, aprender español no solo era una estrategia competitiva. También lo veía como una forma de establecer un lazo con los jugadores latinoamericanos en la MLB. "Siento un vínculo con ellos. Todos somos extranjeros en una tierra extraña. Vinimos aquí y tuvimos que enfrentarnos a algunas de las mismas pruebas y tribulaciones", confesó Suzuki. El hecho de hablarles en su idioma parecía fortalecer esa conexión.
Además, Ichiro agregó un toque de humor a sus motivos para aprender el idioma: "En japonés no tenemos malas palabras, así que me gusta el hecho de que los idiomas occidentales me permitan decir cosas que de otra manera no podría".
Suzuki no solo demostró ser un maestro en el diamante, sino también en el arte de la psicología deportiva, utilizando el lenguaje como una herramienta más en su arsenal.
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