Gerrit Cole, el as de los Yankees, encendió brevemente las alarmas en el Bronx cuando sintió un calambre en la pantorrilla derecha durante su apertura contra los Rangers en el Globe Life Field. Sin embargo, el propio Cole aseguró que no estaba "súper preocupado" por la situación y que tenía la solución para evitar que esto se convirtiera en un problema mayor.
En la séptima entrada, justo antes de comenzar a lanzar, Cole sintió el calambre que lo obligó a abandonar el juego, dejando a los Yankees sin su principal lanzador en un momento crucial. A pesar de esta interrupción, los Yankees lograron asegurar una victoria de 8-4 sobre los Rangers. Después del juego, el equipo informó que Cole sería monitoreado y reevaluado el martes, pero no parecía ser un problema grave.
Reflexionando sobre la situación, Cole mencionó que había experimentado un calambre similar durante una apertura contra los Dodgers la temporada pasada, lo que le permitió manejar la situación por algunas entradas hasta que fue demasiado. Para evitar que esto vuelva a ocurrir, Cole, conocido por su gusto por las bananas, bromeó diciendo que la próxima vez comería más plátanos en lugar de puré de manzana, lo que había consumido antes del juego.
Aparte del susto, Cole tuvo una excelente actuación, lanzando 82 veces y permitiendo una o menos carreras limpias en cuatro de sus últimas cinco aperturas. Con esta salida, continúa demostrando por qué es uno de los lanzadores más confiables de los Yankees.
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